Según estimaciones de los investigadores, solo hay unos 300 individuos del colibrí “estrella de garganta azul”. Su hábitat es un páramo entre las provincias de Loja y El Oro en Ecuador, ambas fronterizas con Perú.

La intuición y la experiencia llevaron al ornitólogo Francisco Sornoza en la dirección correcta hace un año, por lo que no se equivocó. Una nueva especie de colibrí con plumas de colores que resiste el viento helado de los páramos ecuatorianos estaba frente a él.
Entonces el animal, de apenas 11 cm de largo, llamó su atención, y a través de binoculares dio una descripción detallada de las especies que no estaban en su perfil. El ave joven tiene un cuello con plumaje verde oscuro, un pecho blanco marcado con dos bandas negras y una cabeza verde esmeralda.
Es la primera vez que “se muestra un colibrí al mundo”, dijo Sornoza, de 50 años, del Instituto Nacional de Diversidad Biológica (INABIU).
Entonces comienza un año de investigación que le dará la razón. Es una especie endémica: Oreotrochilus cyanolaemus (estrella de garganta azul).
La estrella de garganta azul vive en altitudes entre 3.000 y 3.700 metros. Es originaria del páramo ubicado entre las provincias de Loja y El Oro, ambas fronterizas con Perú y creciendo cerca del Océano Pacífico.
El color brillante y la forma del pico son característicos de cada especie de colibrí.
Cada uno representa el color de las joyas que puedes ver en el mundo: diamante, zafiro, amatista. Sornosa, aficionado a las aves desde hace 30 años, dice que imita sus cantos.